sábado, 22 de marzo de 2014

¡HOLA, ESTOY AQUÍ! ¡ZOMBIES TECNOLÓGICOS!

¡HOLA, ESTOY AQUÍ! ¡ZOMBIES TECNOLÓGICOS!




El ser humano ha sido siempre egocéntrico por definición y egoísta por defecto, y aún más con la era tecnológica y digital. La realidad virtual “LA VIRTUALIZACION” es algo nuevo dentro de la historia de la humanidad y estamos ensayando sobre la marcha, participando en un experimento a tiempo real. Los hechos surgen y mueren a ritmo frenético, se pierden o aparecen de entre un inmenso bosque sin fin de información, de noticias, de hechos. Lo que antes era banal, cotidiano, insignificante, comparte espacio y tiempo con información y conocimiento.

Este cóctel que es confuso y divertido, nos arrastra a una cualidad clave: LA NEUTRALIZACIÓN; ya nada importa, todo pasa, todo es fagocitado, todo es consumido al instante, devorado sin reflexión, ni sosiego. El brillo de una noticia trascendente queda eclipsado por bobadas o estupideces que como un virus se propagan a modo de epidemia por la red en solo unos minutos, tras ser publicadas.

Nos quedamos satisfechos al expresar nuestro malestar, nuestra critica mas furibunda ante alguna situación o injusticia, colgándolo en nuestro muro de Facebook o pinchando el el absurdo icono de “me gusta” o “no me gusta”, o bien escribiendo unos comentarios en forma de “tuits” (perdón por la nueva palabreja de moda) . Nos sentimos liberados, manifestando nuestra capacidad critica, nuestro sentido común como ciudadanos responsables, solo con un gesto simple de  denuncia o de protesta.

Este escenario virtual, solo nos sirve de válvula de escape ante la realidad, ante nuestra conciencia. Pero, la realidad, se mueve en otros planos que se han quedado vacíos de protestas efectivas, de movilizaciones con pancartas. Ya pocos se organizan y movilizan bajo un programa de ideas y ya poscos salen a la calle. Sí, muchos de nosotros, nos quedamos tan panchos y felices, nos sentimos muy valientes exponiendo nuestras opiniones en las redes sociales.

Amigo lector, con razón, diras: “que estoy tirando piedras sobre mi propio tejado”. Pero como   individuo puedo y debo reflexionar sobre este momento que me ha tocado vivir. Estamos atrapados en un hechizo queremos llamar la atención, dar la nota, ser admirados, crear expectación sobre algo cotidiano de nuestra vida  ante los 100, 300, 500 “amigos” de Facebook o Twitter. ¡“Mírame”! parecen gritar las propuestas o las imágenes que colgamos en la red. Pero lo peor es el enganche. ¿Miras el Facebook, los tuits, los whatsapps cada cinco minutos para ver si tienes otro “me gusta”?. ¿Te cambia el humor saber que una foto tuya ha tenido éxito, y que ha llamado la atención entre tus contactos?. Pues amigo eres una persona de nuestro tiempo, estas perfectamente integrado en la sociedad actual.

Según el creador de Facebook, su invención haría del mundo, un lugar algo mas abierto y conectado. Pero eso esta por ver. Más conectado no significa más plural, ni tolerante, ni compresivo, ni despierto. El individualismo sigue siendo la nota dominante de nuestra sociedad a pesar de que pasamos mucho  tiempo enchufados a esos aparatos que supuestamente nos comunican con otras personas. Seguimos siendo igual de egoístas o incluso más que antes. Hemos pasado a la idolatría tecnológica, la cual acapara nuestra mente y no nos deja ver la realidad de nuestro entorno más cercano.

Vivimos tan ignorados e invisibles en nuestra rutina diaria que nos toca disfrutar, al menos durante un tiempo, lo que dure, esta banalidad que llaman redes sociales. Se puede ser consciente, reflexivo  sobre los medios que usamos y por qué los usamos y también disfrutar de nuestra faceta de “voyeur”, mirando a los demás. Esta forma de socializarse sin compromiso, de disfrutar de las necedades, bobadas y tonterías de otros, de estar pendientes de la notoriedad que reciben nuestras fotos, no son actitudes malas en sí mismas, sino que deben tomarse en su justa medida. Porque tenemos conciencia; la llave de todo, saber lo que hacemos y por qué. El conocimiento y la reflexión son el antídoto para esta nueva droga de diseño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario